Introducción

En el mundo de hoy en día, es importante estar siempre presentable y lucir bien en todo momento, especialmente cuando se tiene una vida social activa o una carrera en la que la imagen es crucial. Sin embargo, no todas las personas tienen la habilidad o el tiempo para crear un maquillaje elaborado todas las mañanas. Si eres una de ellas, no te preocupes, porque en este artículo te mostraremos la rutina de maquillaje súper sencilla que te ayudará a estar siempre resplandeciente.

Paso 1: Preparación de la piel

Antes de aplicar cualquier producto de maquillaje, es importante preparar la piel adecuadamente. La limpieza facial diaria es esencial para eliminar impurezas que obstruyen los poros y causan la aparición de granos y puntos negros. Además, la piel necesita hidratación para mantenerse saludable y elástica. Por lo tanto, el primer paso en tu rutina de maquillaje súper sencilla debe ser lavar tu rostro con un limpiador facial suave y aplicar una crema hidratante adecuada para tu tipo de piel. Deja que la crema se absorba durante unos minutos antes de aplicar la base de maquillaje.

Paso 2: Base de maquillaje

La base de maquillaje es el producto clave que unifica el tono de piel y cubre imperfecciones como manchas y ojeras. Siendo el paso más importante de la rutina, es importante elegir una base de alta calidad que se adapte a tu tipo y tono de piel. Para aplicar la base, utiliza una brocha o una esponja de maquillaje y extiéndela uniformemente sobre todo el rostro y el cuello. No te preocupes por un acabado perfecto, ya que este paso es solo para establecer una base para el resto de los productos de maquillaje.

Paso 3: Corrector

El corrector es el mejor amigo de todas las personas que desean ocultar bolsas y ojeras alrededor de los ojos. Pero no solo eso, también se puede utilizar para cubrir manchas y marcas de nacimiento en la piel del rostro. Para aplicarlo, utiliza un pincel delgado y pequeño y coloca una pequeña cantidad debajo de los ojos y en las áreas problemáticas. Luego, difumina con un dedo o una esponja de maquillaje suavemente para evitar que se vea la línea de demarcación entre la base y el corrector.

Paso 4: Polvo compacto

El polvo compacto es el producto clave para sellar la base y el corrector y evitar que se desvanezcan a lo largo del día. También ayuda a reducir el brillo en la zona T del rostro, es decir, la frente, la nariz y la barbilla. Para aplicarlo, utiliza una brocha grande y suave y coloca una pequeña cantidad de polvo sobre todo el rostro. Asegúrate de difuminar bien para evitar manchas y líneas de demarcación.

Paso 5: Rubor

El rubor es el producto clave para darle vida a tus mejillas y mejorar tu aspecto general. Hay varios colores y texturas disponibles, pero para esta rutina de maquillaje súper sencilla, recomendamos elegir un tono rosado suave. Para aplicar el rubor, utiliza una brocha angular y coloca una pequeña cantidad en las manzanas de tus mejillas. Difumina bien hacia las sienes para evitar que se vea como una mancha roja.

Paso 6: Rímel

El rímel es el producto clave para abrir la mirada y dar un toque final al rostro. Hay varias opciones disponibles, pero para esta rutina de maquillaje súper sencilla, recomendamos elegir una máscara de pestañas negro para un acabado natural. Para aplicarlo, comienza desde la raíz de tus pestañas y mueve el cepillo hacia arriba para crear longitud y volumen. Aplica varias capas si es necesario para un acabado más dramático.

Paso 7: Brillo labial

El brillo labial es el producto clave para hidratar los labios y darles un toque de color. Para esta rutina de maquillaje súper sencilla, recomendamos elegir un color rosado suave que complemente el rubor. Para aplicarlo, utiliza el aplicador y coloca una pequeña cantidad en el centro de tus labios. Luego, utiliza tus dedos para distribuirlo uniformemente en toda la boca.

Conclusión

La rutina de maquillaje súper sencilla que hemos descrito en este artículo es perfecta para aquellas personas que no tienen tiempo o habilidad para crear un maquillaje elaborado todas las mañanas. Siguiendo estos siete pasos simples, puedes lograr un aspecto fresco y resplandeciente en cualquier momento del día. Recuerda siempre elegir productos de alta calidad que se adapten a tu tipo y tono de piel para que los resultados sean los mejores posibles.